En el comienzo de la pandemia, cuando veíamos que el Covid-19 atacaba a unos países y luego a otros, pudimos ver una respuesta conjunta global donde los avances científicos en diferentes partes del mundo se ponían al servicio de toda la sociedad (siempre con la excepción de los países más pobres, donde no existió ni existe el acceso a los recursos mínimos preventivos y sanitarios). Era el conocimiento en favor de la salud.
¿Y ahora?
Ahora vemos como el mercado ha reclamado el terreno que cedió a unas supuestas buenas voluntades, y comprobamos que los beneficios vuelven a pesar más que todas las muertes que pueda llegar a causar el Covid-19. Día tras día comprobamos como las vacunas son mercantilizadas, llegando sólo a los países más ricos, y despojando a los países más pobres de cualquier esperanza de control de la pandemia mediante la inmunidad por vacunación. ¿Qué preferimos: Salud o Economía? Está claro que para el Sistema en el que vivimos no existe esta disyuntiva, siempre gana la economía. No hay otra forma de explicar el que no se liberen las patentes de las vacunas frente a una pandemia global que esta “segando” miles y miles de vidas cada día para que se generalice la vacunación en todos los países frente a la urgencia sanitaria que estamos viviendo, y estemos siendo espectadores de un enriquecimiento obsceno y desmesurado de las empresas farmacéuticas
Y es que mientras en el mercado bursátil tenga más valor una dosis de la vacuna contra el Covid que la vida de una persona, la batalla parece que está perdida… Bienvenidos al Capitalismo.
